Mejor título no se me ocurrió... y es que esta semana, de todo hubo... tristeza, melancolía, nostalgia, enfado, ira, llanto, depresión y evasión... bueno, de todo menos sentimientos positivos. Y es que es difícil sentir "cosas bonitas" cuando sabés que enfrentás un duelo ineludible y que la vida comenzará a ser distinta... cuando en cuestión de 16 horas te cambian una serie de cosas que creías que estarían fijas de por vida. Muchas circunstancias al mismo tiempo, muchas cosas que de repente, son y no son.
Evidentemente, la primera de ellas es la aprobación del TLC por nosotros... bueno por ellos... en fin, por la mayoría de gente que decidió ir a votar el domingo pasado... aunque no por la mayoría de costarricenses inscritos en el padrón electoral. Un 31% del total de ciudadanos decidió aceptar el TLC con Estados Unidos, y por desgracia, ese 31% se convierte en un 51,6% en cuanto a votos emitidos. No hay vuelta de hoja. Y bueno, les puedo asegurar que esta situación la he vivido con todas las etapas del duelo: negación, tristeza-depresión, ira, impotencia y por último, el inicio de la aceptación.
¿Qué nos va a pasar? o más bien ¿qué no nos va a pasar? Esa es mi gran preocupación, que al principio de semana fue hasta tema de película de terror. No lo se. Algunos ya me han tildado de apocalíptico, otros me dan la razón, otros me dicen que habrá que esperar. Y la verdad es que creo que en el fondo cada uno tiene un grado de razón, pero me quedo con la última respuesta. Habrá que esperar, al menos unos 5 años, para saber si mi sentimiento de principio de semana está acorde con la realidad.
Saben? Es que todavía no me adapto a la idea de imaginarme rótulos de Tigo (como en El Salvador, que hasta marean), Movistar, Telmex, America On Line, AT&T o BellSouth. Tampoco me imagino ver a HSBC, BAC, Scotiabank o cualquier otro banco vendiendo seguros, o ver cómo la feria del agricultor comienza a desaparecer porque la moda del momento será ir a los Wallmart a comprar los productos subsidiados por los gringos...
Qué será de Costa Rica? Uno desearía que los del Sí, esos que están jode y jode como si el resultado del domingo hubiera sido digno de una chota de clásico nacional, tengan razón y el TLC haya sido lo mejor que le pudo haber pasado a este país. Y lo desearía no para darles el crédito, sino para evitar la tragedia, para mí casi segura, que se nos avecina. Pero eso sí, ojalá que esos que salieron a molestar, con la misma gallardía salgan a dar la cara y hacerse responsables de SU DECISIÓN, que para mí, estuvo llena de miedo e irresponsabilidad, si bien no la de todos, sí la de su mayoría.
El clima tampoco ayudó mucho. El temporal que hemos pasado esta semana, deja entrever una cosa, si nos ponemos medio "new age": es casi como si el país supiera lo que le pasó y por eso, se entristeció. El "after day" fue así... y cuando llegué a sentarme en mi escritorio del segundo piso de la Curia, ya no me sentía el mismo... era como si la vida hubiese dado una vuelta violenta... y las cosas simplemente no hubieran salido.
Es curioso, porque el sentimiento no es único. Todos los que pusimos nuestro empuje en el NO quedamos igual. Especialmente el lunes, llamar y mandar mensajes de texto fue una terapia necesaria. Unos con la voz quebrada, otros con cara de María a las 3:30 pm de un Viernes Santo, otros que simplemente no querían hablar del tema. Pero bueno, eso es lo hermoso, que nos hemos podido acompañar en este luto mutuamente, y que el alma costarricense, como lo dije en la carta de Juanito, está lejos de desaparecer.
Con los días la cosa fue cambiando... el miércoles tenía serias ganas de tomar un par de piedras e irme a la Casa Presidencial. Al final son cosas que yo se que jamás las haría, pero como conversé con una prima que estudia psicología, el sentimiento es normal, y hasta bueno, si uno lo sabe controlar como se debe. Evidentemente no logré mi cometido y la ira tornó en frustración e impotencia, de saber que ya no hay marcha atrás y que lo hecho, hecho está.
Y así llegué al día de hoy, donde por fin me vieron riendo más. Quizá por la estúpida sensación de saber que ahora hay que hacer lo mejor que se pueda... y lo que no se pueda, pues será reclamarlo, pero en su debido momento. Después de todo, no voy a pasar 5 años esperando que se dé el primer signo evidente de perjuicio del TLC para sonreír... si es que podría sonreír con algo así.
Otro fenómeno curioso fue la gran cantidad de visitas que he tenido en el blog esta semana. Inimaginable! Pasaron de 300 entre el lunes y el martes (más del 10% del histórico conteo de gente que ha venido a www.pablex.blogspot.com). Y lo que sí me sentí más orgulloso fue de saber que mi Carta a don Juanito dio varias vueltas en los correos electrónicos de este país... aunque sin su derecho de autor. Igual no puedo hacer un escándalo... creo que lo que hice fue materializar ese sentimiento y presentárselo a todos ustedes. Y es obvio, no me podía adueñar de ese dolor, porque no es solo mío, es del pueblo que ama a Costa Rica, y cuyo corazón, pese a todo, sigue diciendo NO.
El NO, hablando un poco de todo, debería convertirse en un estilo de vida de ahora en adelante, y más aún, en los años que nos tocarán vivir. Harán falta fiscales, gente decidida a cuidar el ambiente, a funcionar, como dijo otro compañero, como contralorías cantonales que se encarguen de estar "ojo al Cristo". Y uno desearía que los comités patrióticos tomaran ese papel... aunque qué difícil aglutinar gente tan diversa y ponerlos al servicio de una causa. La cosa es no perder la fe en ese 48%, que estoy seguro aumentará, y canalizarlos hacia un estado que, bajo el neoliberalismo, tendrá una fuerte resistencia, que ni los medios, ni el gobierno, ni las empresas, ni los millones podrán dañar. Es un 48% de gente en el país que es crítica, que piensa, que no se va fácil a la primera. En fin, es casi la mitad de un país que ha invertido en pésima educación, y que sin embargo, no pierde esa malicia y astucia para enfrentar maquinarias dignas de un régimen dictatorial.
Ánimo gente, como me dijo un cura amigo mío, nicaragüense, que reside en El Salvador: "arriba Pablo, que la lucha no termina con el referéndum, a penas empieza". El lunes no entendí mucho esa frase... hoy sábado, creo que ya la capté...
1 comentario:
Me gustó tu blog, felicitaciones, no lo conocía, pasaré seguido por acá. Saludos
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