Sssshhh! Sin hacer mucha bulla. Porque esto es algo medio íntimo. Silencio por favor.
Esto de vivir duele, sufre, destroza.
Significa muchas veces renunciar a lo que más querés, a lo que
anhelás. Es como si de tu corazón una capa se desprendiera sin
entender por qué... porque basta con saber que así pasa y que es
normal.
El comenzar de nuevo es de valientes.
Más cuando parece que ya no hay de dónde. Te sentís solo, sin
nadie que te empuje, que te acompañe. Eso duele quizá tanto como lo
otro. Porque adelante hay tantas interrogantes... y no tenés idea de
qué camino coger, salvo atinar a defenderte.
El surgir de las cenizas como el fénix
es de grandes. Quizá por eso siempre he dicho que me encantaría que
ese animal mitológico existiera. Porque te motiva y te da
esperanzas, te hace créer que cuando no hay nada posible, la meta se
hace posible.
En ese sentido, mi inspiración propia
es Cristo y su resurrección. Lograr el mayor de los éxitos cuando
todos lo creían fracasado. ¡Oh Dios, cuánto me falta aprender
de vos! Desearía dejar de ser tan orgulloso, tan petulante,
tan soberbio... y de una vez por todas aprender a dejarme llevar por
tus impredecibles caminos.
"¿Y ahora, qué hago?" Exclama mi
corazón. El pobre, no es para menos. Ha sufrido, ha mejorado, pero
sigue sufriendo, porque sigue amando. Porque ambas son humanas. Y sin amar el
autoflagelamiento, sufrir te hace recordar que estás amando y eso es
vivir.
Las cosas que hoy no tienen sentido,
las tendrán luego. ¡Pero cómo me cuesta esperar a que llegue ese
momento! Cuán difícil es soportar los designios de Dios
cuando tu fe es mediocre, porque confiás más en vos mismo que en
Él. Porque creés que lo que te conviene es lo que exigís haciendo
berrinches, como niño malcriado que grita si no tiene lo que quiere.
Cuán duro es educar al alma a sentir
paz, cuando su ambiente la invita a lo contrario. Vivir, en la mayor
parte de los casos, es un ejercicio de prueba y error. Y no es desear
ver la vida en blanco y negro con un montón de grises... es saber
que cuando uno de esos errores se transforma en éxito, entonces toma
colores tan hermosos que olvidás los opacos.
Por ahora, me es imposible entenderlo y
entenderme... me hago muchas preguntas y me faltan muchas lecciones,
supongo, para poder dominar esta materia. Me parece que no tengo por
qué angustiarme...
… un día a la vez, dijo un sabio
hombre en el pueblo italiano de San Giovanni Rotondo... hace muchos
años... un día a la vez.
1 comentario:
Qué bonito. Supongo que uno lo ve a usted escribiendo de política y actualidad nacional y no se espera algo como esto.
Renacer cuesta y vivir duele y destroza, en eso tiene toda la razón, pero también como lo pone aquí ambas cosas son posibles. Uno cree que no se levanta, pero viene la mano de Dios y pone nuevas fuerzas donde no hay o donde no se merecen. Gracias a él que lo hace todo por gracia y no porque no lo merecemos o no.
Esta lectura me refresco el alma, eso de que no es lo que yo quiero, sino lo que Dios sabe que tiene que ser. Me alegro montones de haber leído esto y que lindo que lo haya escrito mi gran amigo. :)
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