sábado, 23 de octubre de 2010

Los costarricenses: un pueblo en decadencia

Pensaba que mi próximo post antes de Navidad tendría párrafos cargados de incógnitas personales, pero en vista de lo que sucede en mi país, del que cada día me avergüenzo más y me enorgullezco menos, preferí guardarlo para noviembre y hacer un breve comentario de lo que sucede allá, del otro lado del charco.

Me gusta escribir de estas cosas porque forma parte de mi derecho al berreo, aunque se que mi blog no cambiará jamás la realidad social costarricense. En fin, es una forma de desahogo a larga distancia de lo que veo, capto y oigo por medios de comunicación alternativos (dígase principalmente Twitter) y lo poco que leo en los tradicionales.

En los últimos años me he convertido en alguien cada vez más realista y cada vez menos optimista. Repetidas han sido mis discusiones en torno a este tema, principalmente con mi “compa” tico en Europa, Adolfo Chaves, y con dos viejos amigos: el padre Álvaro Sáenz y Pablo Zúñiga.

Yo me desperté de mi sueño de una Costa Rica justa y equitativa la noche del 7 de octubre del 2007. El globo se me terminó de estallar luego de las últimas elecciones presidenciales. Ante un pueblo acrítico, reacio a pensar, a analizar, no se puede hacer mucho. La situación por la que atraviesa el país en este momento es producto de la gran mayoría de ciudadanos que se dedicaron a vivir los goces de su Europa imaginaria y dejaron de lado las prioridades y la preocupación por el otro. En el fondo, muy en el fondo, es nuestro propio egoísmo (sí, yo también me incluyo, evidentemente) el que tiene al país como está.


Si no ando tan perdido, hay una autopista que prometía ser la joya de la corona de la administración pasada, la cual, con tal de darle gusto al niño malcriado que nos gobernaba, fue inaugurada antes de tiempo. Pésimos mecanismos de supervisión y una empresa inescrupulosa demuestran, una vez más, que lo privado está muy lejos de ser eficiente (el sueño de muchos neoliberales) y mucho menos, honesto.


Además del desfalco y el cinismo manejado por la administración de los “hermanos fantásticos” en el tema de la carretera a Caldera, se encuentra presente la apatía (¿incapacidad?) de la actual administración. La actual mujer dirigente de nuestro país me ha hecho perder la fe en ella muy rápido. La honestidad directa de Chinchilla sigue sin motivo alguno para ser puesta en duda, pero su firmeza, que ya de por sí estaba muy tambaleada, parece resquebrajarse cada vez más. ¿Por qué yo tengo que darle largas a un carpintero que me hizo una silla fea, que se balancea, sin soportes firmes? Si mi silla no es lo que yo pedí, lo lógico es que no se la pague, o que le dé el dinero hasta tanto no la termine con la calidad que uno esperaría. No entiendo cómo si en cosas tan banales generalmente la exigencia y la lógica prevalecen, cuando se trata del dinero de millones de costarricenses, las cosas no parecen ser tan obvias.


Y hablando del bien del país, ¿qué es lo que más importa? ¿La opinión del pueblo, el desarrollo sostenible o aguantarle el chorizo a algunos pocos? Lo que pasa con Crucitas simplemente no tiene nombre. Es una vergüenza que ofende el orgullo nacional, que se tilda de pacífico y sostenible, comparable a la lista de países que apoyaban a los gringos en su invasión a Irak, obra de Abelito. A mí aquí en Europa me da pena (y mucha) cuando un europeo empieza a hablarme de Costa Rica y me dice que si es cierto que somos “la Suiza de América”, el país conservacionista, la cuna de la biodiversidad, etc. Con gran dolor tengo que contarles que a nuestros gobernantes les importa cada vez menos esos temas, que el único verde que les interesa es el que tiñe los miles de dólares que caen en sus bolsillos a cambio de destrucción, subdesarrollo y unos cuantos empleos mal pagados.

Cierto que las lluvias que cayeron este año en el país no son culpa del PLN, pero sí lo es el dar un adecuado mantenimiento al estado de carreteras, puentes e infraestructura en general. Para eso han estado ya casi 5 años en el poder y ninguna mejora se ve pero sí muchos serios embrollos.


De la violencia social ni hablar. Ya se sabía. Con el TLC y las políticas que priorizan los intereses de unos pocos a los de las grandes mayorías, era obvio que iban a aumentar la desigualdad y la delincuencia que le muerde los pasos. Que Costa Rica no espere una reducción de los asaltos y asesinatos con aviones gringos, buques de guerra, gloriosas incursiones policiales en los barrios de mala muerte o requisas sorpresas a civiles que no tienen nada que ver en el enredo. El problema se solucionará cuando el poder gobierne para todos por igual.


Tampoco esperemos un cambio mientras la educación siga enseñando a nuestros niños y jóvenes a memorizar en lugar de analizar y criticar, cuando nuestros medios de comunicación recetan a diario basura y manipulación, con la complacencia de algunos de mis colegas que tristemente cambiaron su vocación de servicio social por el de un cómodo puesto de trabajo donde nada ni nadie los molesta.


En resumen: Costa Rica NO va a cambiar. Costa Rica NO va a mejorar. Es crudo decirlo así, pero para mí eso está clarísimo. La democracia más estable de América Latina lo seguirá siendo en el papel, aunque el poder esté muy concentradito y en manos de bestias salvajes, capaces de callar conciencias a punta de dinero o presiones, y cuidado si no, de balas (san Parmenio, ora pro nobis).


Me duele decirlo pero veo una Costa Rica cada vez más parecida a sus pobres y herrumbradas hermanas centroamericanas. Y lo peor es que el tico no acaba de despertarse de esa modorra, porque como ya lo he repetido en innumerables ocasiones, sigue con su birrita, su mejenga del domingo, viendo intrusos aficionados al voyeurismo o gente bailando.


Y al final, para tapar el sol con un dedo, lo único que faltaba: una buena cortina de humo, al estilo de los Alemán y los Ortega, pero esta vez a la inversa. Ante la incapacidad de sanear los males internos, mejor distraer la opinión pública con una invasión a la gloriosa soberanía nacional (Sarkozy y los rom, versión tica). El xenofobismo, del cual el costarricense se siente tremendamente orgulloso, es una excelente salida ante tanta metida de pata e incompetencia. Yo jamás pensé que nuestros políticos fueran a caer tan, pero tan bajo. Ni Arias lo hizo durante la campaña del referéndum. Pero evidentemente me equivoqué.


Así que mi egoísmo me lleva a decir: sálvese quien pueda. Y sí, es horrible. Y sí, es asqueroso, pedante, pretencioso e inhumano. Pero yo no quiero vivir en un país así y tengo todo el derecho del mundo a buscar un futuro mejor para mí y para los que amo. Por eso, todas las circunstancias anteriormente analizadas no hacen más que motivarme a quedarme en el país donde vivo, porque aunque también tiene muchos problemas sociales y la cosa se pone cada vez peor, es una nación donde la voz del sindicalista, serio y consciente, se impone, donde buena parte de la prensa sigue siendo contestataria y sigue demostrando que la responsabilidad social y los negocios pueden ir de la mano. Claro, estamos hablando de una nación cuya educación la lleva a formar gente que critica, analiza y piensa (bueno, no todos la verdad, pero sí buena parte). 


En suma, yo también tengo derecho a un mejor porvenir. Y si de algo me alegro es que mi futuro título universitario en Estrasburgo, Dios mediante, no se lo debo a ningún político tercermundista ni a ningún partido oportunista. Se lo debo a mi familia, la cual amo y por quien me rindo por completo desde acá para un día retribuirles todo lo que me han dado.


Si alguien me demuestra que mi falta de fe en el país no tiene fundamentos, que lo haga con hechos. Si algún héroe logra cambiar la mentalidad del costarricense, cosa que para mí es utópica, contará con mi apoyo y puede ser, mi presencia a su lado. Pero ya yo no sueño con ser el Juanito Mora del Siglo XXI. Ya eso pasó. Un pueblo que no quiere mejorar no merece gente que luche por él.


P.D: un video de los compas de laerre.tv alusivo a varios temas que vengo de exponer. Pura vida!


7 comentarios:

One_uno dijo...

totalmente de acuerdo, no vamos para ningun lado todo es corrrupcion nadie quiere ver mejores alternativas, no seria mejor un buen subway que esos buses viejos de alajuela y cartago? Paraj ue ese estadio? Por que siguen apoyando el futbol? Por que no hay esfuerzos continuados en nada con verdadero sentido estrategico? Por que costa rica no se ve moderno? Creo que poco a poco nos vemos como nicaragua o el salvador en los 80's... Que paso? Por que paso esto entre el 85 y ahora? Por que no se toman desiciones trascendentales como cuando se hizo el tren? Por que las telecomunicaciones van tan mal? .... Por que nos escudamos en decir que somos lo mejor de centroamerica si panama esta mejor :( yo desearia vivir en otro lado sincesamente. Asia y su desarrollo es mi norte, espero lograrlo.

Alessandra dijo...

Llegué a este artículo porque me lo recomendaron con un llamado a la reflexión sobre nuestra querida tiquicia, pero creo que no hay más que concordar con usted, cada quien tiene lo que se merece.
Esta decepción que se llevaron muchos con el cambio de gobierno no es ni la primera, ni segunda, ni tercera vez que pasa... los partidos tradicionales han estado en el poder por décadas, cada días más podridos en corrupción y sin asco para predicar una y hacer otra.
Lo más triste es que la gente inteligente de este país lo sabe, lo condena, pero cada cuatro años se manchan el dedo de cobardía y conformismo dándole el poder a los de siempre.
Es tan corrupto el que hace chorizo como el que lo calla y lo permite, pero aquí todo es un bailongo, como bien lo dice usted.
Aún así, creo que hay que seguir haciéndole el intento, yo también se que no voy a cambiar nada, pero al menos hay que tratar de evitar ser parte de esa sociedad adormecida.

Chaves dijo...

Pablo, Pablo, como siempre coincidimos en el diagnóstico pero diferimos en las soluciones... Se que lo que escribo es lo que usted ya sabe que pienso, pero igual tengo que decirlo: me impresiona siempre la capacidad para poner en palabras lo que muchos costarricenses pensamos ,especialmente nosotros que por una circunstancia u otra no estamos en el país, y por tanto, vemos las cosas en perspectiva, y de acuerdo a lo que nos permiten ver los medios (que si no fuera por las redes sociales seguiría siendo la versión oficial).

Dicho esto, le digo como siempre: no pierda la esperanza. Creo que incluso usted no lo ve así, pero escribir cosas como estas si ayudan a concientizar a muchos de nosotros, y por que no decirlo, a que nos den más ganas de luchar por que las cosas cambien, aunque (irónicamente) usted las haya perdido.

En su autoexilio ve muchas cosas, y como hemos discutido, piensa que tiene que pasar algo realmente grave para que la gente reaccione en Costa Rica, y tanto usted como yo nos extraña que lo que ha pasado hasta ahora no sea lo suficientemente grave. Pero creo que como todos los procesos, este tipo de aportes ayudan a concientizar a la oposición y a entender la importancia de hacer fuerza hacia el mismo lado.

Vamos a ver que pasa. Como le dije, me gustaría en un futuro poder ser parte de la gente que le demostró que si se podía hacer un cambio. Ver la otra gente que le discute a usted aquí y en twitter me hace sentir que no estoy solo.

De todas maneras, excelente aporte... como le digo siempre, valdría la pena que haga este ejercicio más seguido, y por que no, que envíe esto a opinión de algún diario, sería interesante ver las reacciones.

Carlos dijo...

Que falta de criterio y de ver las cosas con un poco más de objetividad, lástima que no dijo ni una sola cosa buena de los gobiernos anteriores independientemente del partido. Le recuerdo que aunque es cierto que la política es un tema difícil por los actos de corrupción que se dan. Le recuerdo que hay empleados públicos que tratamos de hacer las cosas de manera justa y honesta a pesar de que la legalidad no nos deja en algunas cosas. Lo que me duele es por aquellas personas que se parten el alma día con día para que el país salga adelante y a pesar de la entrega llegue alguien sin criterio y no vea lo bueno que se hace en medio de lo malo. Recuerdo que el trigo siempre va a crecer en medio de la cizaña y en Costa Rica NO TODO ES CIZAÑA. Dios te ilumine, pero recuerde que mucha bulla hace el árbol que cae, pero los que crecen lo hacen en silencio y eso debe reconocerse.

Unknown dijo...

@JT totalmente de acuerdo. De hecho la falta de visión de avanzada nos ha hecho ser lo que somos: un pueblo estancado, un país que ya no sueña con más que con la clasificación de la sele para el mundial que sigue. Esa es nuestra máxima realización. El pensar en chiquitico y el ser mezquinos es parte del subdesarrollo que nos tiene sumidos en el acabose.

@Alessandra: felicidades por el ánimo, gente como vos son las que hace que la caída no sea tan rápida como podría ser. Yo te admiro y te reconozco que tenés el valor que ya yo no tengo: el de seguir luchando. Lo triste es que no haya más gente que como vos, haya visto lo que vos y yo vemos. En fin, un gris panorama el de nuestro pueblo.

@Chaves. Ya lo hemos hablado mucho, sería redundar. Gracias por oir mis berrinches de vez en cuando. Un abrazo.

@Carlos: por supuesto que no todo lo que han hecho los gobiernos anteriores es malo. Pero si se fija con atención, mi crítica no es solo contra los gobiernos sino contra todo el sistema social que predomina. Nadie dice que no haya gente con g...anas de hacer las cosas bien, al contrario gente, como esa es la que evita la caída libre. Pero Carlos, diferimos en que esa gente sea la mayoría. Los empleados públicos que son críticos y hacen su trabajo con esmero no son todos (tristemente, lejos de eso). Pero te felicito si considerás que cumplís con esa premisa. Ojalá que tus jefes también lo hicieran y los jefes de tus jefes. En fin, es todo parte de una cultura de mediocridad. Bien por los ticos que se salen de esa cultura de la modorra, desgraciadamente, todavía no son la mayoría para elegir un gobierno diferente.

FG dijo...

¡Bienvenido a la filosofía pesimista, amigo! Sólo que el problema no está sólo en Costa Rica, o en el tercer mundo, que definitivamente nunca van a mejorar. El problema está en el ser humano. El problema está en el mundo completo: el tercero y el primero.

Saludos de otro tico estudiando en Francia.

PD. Después de asaltar el mundo, y acribillar millones de humanos sólo por ego imperialista, o por que los otros eran diferentes, o estaban en el bando contrario, los franceses, más que los ignorantes e incultos ticos, han quedado como son: malditos de por vida.

Unknown dijo...

Hola FG: Supongo que tenés razón! De hecho mientras el ser humano siga su terca tendencia al egoismo, las cosas no variarán mucho. Y creer que eso va a cambiar es ser muy iluso... o tener demasiada fe.

Qué gusto, otro tico en el Hexágono! En qué parte de Francia estás? Y por qué creés que malditos de por vida? Yo no los veo tan "malditos" que digamos, aunque es evidente que las razones que invocaste antes son 100% reales.

Saludos desde Estrasburgo.