¿Amarillismo o Realidad?
El día de ayer, al ser aproximadamente las 7:30 de la noche, el papá de mi novia fue asaltado en las inmediaciones del Periféricos de Alajuela por cinco sujetos, uno de los cuales le aplicó una "llave china" que lo dejó inconsciente. Cuando los maleantes se iban, uno de ellos dijo preocupado ¿lo matamos? (dando a entender si era que lo habían matado, no si lo iban a asesinar).
El robo de las pertenencias fue realmente (como siempre en estos casos) lo de menos. ¢5000, los documentos y la billetera. El hombre quedó bien, pero con un susto natural impresionante, que nos debe llamar a la reflexion a todos los que tenemos cierto miedo de pasar por sitios oscuros en horas no tan altas de la noche.
Mi futura tesis tratará precisamente de vislumbrar cómo es que está este asunto en Costa Rica. Un compañero de la Universidad me dijo en una ocasión que uno tiende a hacer este tipo de cosas más grandes cuando le pasan a un ser querido, pero que en realidad, la inseguridad de nuestro país no es tanta como parecen reflejar los medios de comunicación (teoría del cultivo para los que nos metimos en este enredo de ser "comunicólogos").
¿Qué es lo que pasa en Costa Rica? Parece que las leyes que existen, realmente no funcionan. Cómo es posible que si a estos tipos los agarran, lo más que les pongan es un par de días en la cárcel y luego los dejen ir como si nada hubiera sucedido. Como todo en mi Tiquicia, hace falta que maten a alguien o que el robo sea como de ¢1 millón para que la policía o el OIJ actúen y para que los tribunales de justicia actúen, como irónicamente dice su nombre, con JUSTICIA.
No se si a ustedes les pasa. Me imagino que sí. A veces da miedo caminar por la calle. Y estoy seguro que a les ha ocurrido que lo primero en que ustedes piensan cuando andan por San José es ponerle "el seguro" a sus carros y fijarse bien en sus casas cuando entran y salen.
Aquí hay algo cierto y es que, la gente que nacimos luego de 1980 conocemos solo una Costa Rica: la Costa Rica del miedo y la inseguridad. Algunos dicen que eso es creado por los medios de comunicación para lograr mayor rating y tener controlado al pueblo. Otros se defienden y dicen que lo único que hacen es comunicar la realidad tal cual y que no se pueden ocultar las noticias sobre robos, crímenes, asesinatos, violaciones, y cuanta porquería ocurre en la otrora "Suiza Centroamericana", que de Suiza, le queda quizá el chocolate.
Pero ¿saben qué siempre me ha parecido curioso? Que cuando a algún familiar de alguien importante le ocurre una situación de esta índole, las autoridades corren para buscar quién fue el "ingrato" que cometió semejante atropello contra alguien tan digno de la Patria. Pero uno, que es un pobre mortal, y carece de apellidos importantes, simplemente, "se lo lleva quien lo trajo".
No señores, es hora de hacer conciencia y ver qué es lo que ocurre en nuestro país. Porque si bien es cierno no existe una persona asaltando en cada esquina, tampoco puede ser que vivamos al tanto de en qué momento nos van a asaltar (o para ponerlo más vallecentralista, nos van a "ganar").
Es hora de revisar esas cabronas leyes y ver qué está bien para defender los derechos humanos, pero qué también se convierte en alcahuetería y hasta complicidad con los maleantes que andan acechando por ahí...
Cierro con el desenlace de lo sucedido hoy. Mi suegro llega a la casa y llama a la policía de Alajuela, la cual le informa que no puede hacer nada porque no hay patrullas disponibles para cubrir el área del robo. Pocos minutos después, un servidor llamó al 911 y comprobó la incompetencia de este servicio: el tipo comenzó a explicarme que ese no era el lugar para solicitar una patrulla y de ahí brincó al funcionamiento del 911, como si a una persona en una emergencia mayor le importara un bledo cómo putas se maneja el 911. ¡Bastaba con transmitir la llamada a la policía o al OIJ y listo!
Gracias a Dios, mi suegro está bien. Solo le duele un poco la garganta pero eso se le pasará con las semanas. Lo que no será tan fácil de curar serán los traumas que tanto él como su familia tienen a partir de hoy. Y no es el primer caso aislado que conozco. Sé de muchos otras personas, cercanas y no tanto, que han sido víctimas de al menos un robo en adelante. Yo mismo fui blanco de un asalto en febrero de 1998.
Como dije al principio, solo espero que mi Tesis me (nos, porque somos otra comapañera y yo) ayude a encontrar una respuesta más clara a esta carajada que me tiene en una terrible discusión interna desde que entré a Comunicación en la UCR...
Espero sus comentarios al respecto!
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