![]() |
Atardecer en el Pacífico guanacasteco.
|
Les describo mi recibimiento del año, como desde hace mucho
tiempo quería hacerlo: en la playa, con las olas rompiendo una y otra vez, a la
luz de una fogata en la arena y con la presencia de amigos que el 2016 me
permitió recuperar o conocer. Un digno fin para un año que fue muy provechoso.
De hecho, diría que es el primer año que podría catalogar como exitoso tras un
lapso prolongado de acomodamiento, cierto sufrimiento y pocos logros.
Ese genial juego de pólvora en Playa Brasilito de hace escasas
dos horas de este 2017 fue tanto el cierre como la apertura de 12 meses que se
presagian prometedores. De una idea alocada, que fue avalada por mi ahijado,
Enrique, y su señora, Ananza, nos vinimos para Guanacaste con otro muy querido
amigo y exdestinatario de mi muy querida Pastoral Juvenil de La Agonía: Luis
Enrique. Con ellos, sus hijos, y la dueña de la casa donde me encuentro, doña
Elvira (mamá de Ananza) he vivido la última semana un período que se podría
catalogar de relajamiento, pero también, con cierta dosis de retiro espiritual
y humano: un alejamiento de mi realidad, un rato de reflexión como hace rato lo
quería y un espacio de recargar baterías para un 2017 que se las trae.
![]() |
Mi oficina en modo panorámico |
Tal como les contaba, el 2016 fue, en lo personal, un año
muy fructífero. Y aunque no se dieron todas las cosas que hubiera querido que
se dieran, Dios sabrá qué permitió y qué me alejó… las respuestas las tendré en
el futuro. Sí les puedo decir, sin entrar en mucho detalle para no hacer este
comentario muy largo, que el ahora “año pasado” fue un período de muchas
enseñanzas, tanto en lo laboral, como en lo personal y en lo social.
![]() |
Informe del Rector 2015-2016. Este año me tuve que
meter a fondo en el asunto y por dicha todo salió bien.
|
En lo laboral, fue lindo ver cómo la gente diversa puede
ponerse de acuerdo para ejecutar un proyecto común, pese a muchos intentos
fallidos en el pasado. Esto me ha motivado para dar lo mejor de mí y para sacar
varias iniciativas adelante. Falta camino por recorrer, aún no hemos concluido
un largo proceso de reflexión y ejecución, cierto; pero las cosas van saliendo
bien, se ven resultados y estamos contentos. Claro, no ha sido perfecto, uno
que otro chasco, cierto, enseñanzas que uno va aprendiendo: que no es en todo
el mundo que se puede confiar, que más vale ser sagaz que ingenuo, que la
espuela y el colmillo se van afilando, cosas "de oficio"que exige la vida profesional. Del
lado humano, como trabajador de la UCR podría decir que fue mucho más lo
positivo que lo negativo y con eso me quedo.
Otro punto súper positivo fue la experiencia, por primera
vez en mi vida, de ser docente de la Escuela que me hizo profesional: Ciencias
de la Comunicación Colectiva, también en mi UCR (que cada vez la siento más
mía). Tener la posibilidad de enfrentarme a un retador grupo de 25 estudiantes de
diferentes carreras y procedencias, quienes, en su mayoría, me hicieron dar lo
mejor de mí, fue algo inolvidable. A pesar de que ya había practicado la
docencia en universidades privadas, vamos a ser sinceros, esta vivencia fue muy
diferente, mucho más retadora y más complaciente: sin excusas de no tener los
materiales para desarrollar mis lecciones. En suma, tengo que decir que concluí
ese primer
![]() |
Saray, ¡no te olvidaremos! |
Para cerrar el año con broche de oro, a mediados de
diciembre y justo antes de salir a vacaciones, la UCR me informa que finalmente
mi título de maestría del CUEJ -
Universidad de Estrasburgo fue reconocido (cinco años después de haberlo
obtenido…). Cuántas piedras e inversiones de tiempo y moneda para llegar a eso
y por fin se dio. Otra bendición que, espero, me abra las puertas a más éxitos
en el futuro.
![]() |
María Paula y Mateo en una de esas coincidencias
en casa de los abuelos :)
|
En lo personal, el 2016 me dejó un año intenso como hijo,
hermano, cuñado y sin buena suegra (jeje), pero en especial, mi rol como tío
quedó más que probado una y otra vez. Tengo un par de enanos que disfruto
montones (y que, curiosamente, rara vez coinciden, aunque eso no deja de ser
bueno, así me puedo dedicar por entero a una y al otro con tranquilidad). Esto
de tener sobrinos es una bendición, un destape de risa: es súper cómico verlos
cómo van descubriendo secretos del vivir, cómo desarrollan su lógica y sus
sentimientos. Desde ya me hacen sentir muy orgulloso y estoy seguro de que
tanto para Mateo como para María Paula, quien comienza en este 2017 su vida
lectiva, lo que se viene será de mucho aprendizaje. Bendito sea Dios.
![]() |
Yo intentando moler maíz estilo Cabécar... fue imposible. |
El 2016 también me permitió hacer una serie de viajes que
siempre quise realizar y que, por A o por B, no pude antes. Empecé desde enero
viniendo a mi querida Guanacaste con tías y primos y rápidamente pude volver
con mis papás, con quienes también compartí viajes al Caribe y a una reserva
indígena, además de poder disfrutar de las ballenas en Punta Uvita. Con amigos
visité Barra Honda y Monteverde, así como Isla Tortuga. Y aunque no fue
vacacional, la posibilidad de ir a Quito, Ecuador, a un simposio de
comunicación y de paso darme un rápido vueltín por la capital de ese hermoso
país sudamericano, hizo que mi año tuviera su cuota de internacionalidad, a la
vez que aprendí mucho en las conferencias, conocimiento que después pude
aportar a mi trabajo. También, bendito sea Dios.
![]() |
Comunidad Sígueme en una actividad extracurricular. |
Pero quizá lo más importante, más allá de la salud de la
familia y de mis amigos, fue por fin ver cumplido un sueño que anhelaba desde
hace más de 10 años: conformar una comunidad católica de adultos jóvenes, donde
todos seamos iguales y pudiéramos caminar todos juntos, aprender unos de otros,
fortalecer la fe, discutir sin pelos en la lengua temas teologales y humanos,
y, en definitiva, sentirnos como hermanos, al punto de confiarnos experiencias
de vida que podrían catalogarse de duras, pero también aleccionadoras. Si bien
esta sensación la viví de forma efímera en el 2012, hasta que una persona se
encargó de destartalarla, es gracias a la apertura de la Parroquia Sagrado
Corazón de Jesús de Heredia y de su “capitán”, mi muy querido amigo el padre
Álvaro Sáenz, que este sueño se hizo realidad. Y, para mejorar el panorama,
resulta que no solo yo lo percibo así: las más de 20 personas que conformamos
la Comunidad Sígueme expresan palabras similares a las mías. Realmente, otra
bendición de Dios, un proyecto que siempre fue de Él, y que, por medio de ese
simple servidor y de otros que se atrevieron a construirlo, pudo ver la luz. Lo
importante es que sirve toda una comunidad, ya da frutos, y eso me sobre anima
a creer que este 2017 traerá muchas gratas sorpresas en lo espiritual, retiro
incluido, algo que también deseo desde la última vez que tuve una experiencia
similar, allá por el 2008 (si mal no recuerdo).
Y en lo social, para ligarlo con lo anterior y con lo
primero, este fue un año para afianzar viejas amistades que, por ahí, habían
quedado algo relegadas. Muchos felices reencuentros, personas que han llegado “de
la nada” a aportar y a enseñarme de la vida. Pero también con gente que ha
seguido conmigo, acompañándome y mostrándome lo importante que es su compañía…
en fin, no puedo más que agradecer al Señor el don de la amistad que en algunos
momentos quedó lesionado pero que, hoy por hoy, está en vías de fortalecerse.
Espero también yo poder corresponder al mismo afecto. No digo nombres porque
temo que alguien quede por fuera, pero si se siente identificado, sabrá que a
usted lo tenía en mente al escribir estas líneas.
![]() |
Posiblemente de las mejores fotos que tomé el año que terminó. |
Al 2017 le tengo muchas ganas. Este es un año que promete
cosas muy bonitas y que, de las manos de Dios, se irán o no dando: proyectos
como ser profesor, ahora sí, del programa de la Escuela de Ciencias de la
Comunicación Colectiva, poner en práctica mis conocimientos de la maestría en Estrasburgo
y darlos al servicio de la escuela que me formó. Tan retador como alentador.
Este año también promete mi regreso a Francia (gracias a un
vuelo sumamente barato que tiró Air Canadá) aunque sea por solo unos pocos
días. Una boda de una de mis mejores amigas del otro lado del Atlántico me
llevará, si Dios quiere, a ver a mis muy queridos compas del CUEJ, a quienes no
he podido ver en los últimos 5 años ya… y de paso, si todo se da, poder conocer
Canadá (aunque sea un día). Será un viaje cansado, corto, pero suficiente para
darme cuenta que lo vivido del 2009 al 2011 no fue producto de mi imaginación y
que realmente pasó. Creo que si hasta ahora puedo hacer este viaje es porque
antes mi estado anímico se habría derrumbado. Me parece que ahora sí estoy
preparado para eso. Me encantaría también poder tener una o dos visitas de
ellos a Costa Rica en el transcurso del 2017… ya veremos. Además, hay una
posibilidad adicional de hacer algo en Semana Santa que siempre he querido
hacer… ya les contaré.
![]() |
Este año también promete buenos resultados para la Sele.
Ojalá y así sea.
|
Realmente no tengo mucho más qué adelantarles para este
2017. La vida me ha ido enseñando, a golpes y moretones, a vivirla paso a paso
y sin adelantarme. Hipócrita sería decir que no siento ciertas presiones en
diferentes campos, pero he ido entendiendo que las cosas se dan, si se tienen
que dar, en su momento, ni antes ni después. La posibilidad de encender motores
para mi gran sueño actual, construir mi casa propia, me ilusiona pero no me
roba el sueño. Me encantaría pensar que el comentario del año nuevo del 2019 lo
pueda hacer desde mi casita, pero tampoco me acongoja. Como les dije, si tiene
que ser, será como todo lo demás.
Sobre el país y el mundo, para no hacer esto demasiado
largo, sí les puedo decir que el 2016 tiene pinta de no haber sido un buen año.
Me preocupa y aterroriza sobremanera el giro que están dando las cosas en la
globalización, el aumento de la popularidad del nacionalismo, el incremento en
la discriminación “al otro”, la problemática del terrorismo, alimentado por el
malnacido comercio de guerra; el distanciamiento ante el dolor humano producto
de esa podredumbre llamada postmodernismo y, en fin, las ganas de dejarme yo mi
tajada, a costas de que al otro no le quede ni un trocito. La humanidad va cada
vez peor, me temo, y si seguimos así podríamos repetir escenarios que toda la
vida nos escandalizaron. Ojalá que como especie aprendamos de las estupideces
hechas en el pasado y no permitamos exabruptos fanáticos. Los alemanes tienen
mucho que enseñarnos en este aspecto.
![]() |
En la mitad del mundo: Ecuador. |
Y ojo, que más allá de si en los últimos 12 meses murieron
muchos “famosos”, me preocupan más aquellos muertos, anónimos e inocentes, de
los que pocos hablamos y que son quienes más me duelen. Lo que vivió Alepo, por
mencionar un ejemplo, nos debe cuestionar a todos como humanidad sobre el papel
que están tomando nuestros líderes para evitar genocidios y holocaustos
modernos. La humanidad, con sus adelantos en toda materia, ya no debería
permitirse semejantes abusos. Dan asco. O exigimos y golpeamos mesas y
conciencias, o simplemente después no tendremos autoridad moral para
lamentarnos hipócritamente por tantas muertes y desastres.
En el país espero que este sea un año en que al gobierno lo dejen
gobernar y también “se deje” gobernar. He sentido que el apoyo a Luis Guillermo
ha venido en aumento desde su muy buen accionar para atender la emergencia del
huracán Otto. Pero más que “dejarlo”, se trata de hacer patria llegando a
consensos, algo que se dificulta por los primeros fuegos electorales rumbo a la
temida y desconocida noche del domingo 4 de febrero del 2018, donde hoy por
hoy, cualquier cosa puede pasar, aunque yo ya tengo mi pronóstico… pero de eso
hablaremos más tarde este año. La crisis fiscal es otro asunto que me tiene en vilo y espero no ser miembro de una minoría... de esto también tenemos que informarnos y tomar cartas en el asunto. Ayer.
A pesar de todo lo anterior, de que el panorama pinta lúgubre, mal haríamos si no reconocemos también la belleza del amor y la hermandad que resplandecen aún más en un escenario como el que acabo de esbozar. Soy un convencido de que, de no ser por la gente buena, este mundo ya se habría ido al carajo hace tiempo. De ahí la importancia de no desfallecer. La muy quemada pero cierta frase de que la esperanza es lo último que se pierde se torna cada vez más certera.
A pesar de todo lo anterior, de que el panorama pinta lúgubre, mal haríamos si no reconocemos también la belleza del amor y la hermandad que resplandecen aún más en un escenario como el que acabo de esbozar. Soy un convencido de que, de no ser por la gente buena, este mundo ya se habría ido al carajo hace tiempo. De ahí la importancia de no desfallecer. La muy quemada pero cierta frase de que la esperanza es lo último que se pierde se torna cada vez más certera.
Y ya, listo, en un resumen muy resumido creo que toqué los
temas más relevantes que les quería contar. Les deseo a todos que disfruten la
vida, a pesar de sus pesares, que no le teman al futuro y que cancelen las
deudas con el pasado que no dejan avanzar. Créanme, este fue un año para hacer
eso y me dio muy buenos resultados.
Bendiciones para usted que cree y para usted que no, la
mejor de las vibras.
Que tenga un excelente 2017.
Pablo.
Y para recalcar que no todo está perdido, aquí les dejo, de Gloria Estefan y con cariño: Navidad. Si le pone atención a la letra, creo que es más actual que nunca, con todo y Trump, Daesh, refugiados que mueren en el mar y la xenofobia que campea por doquier.
Y para recalcar que no todo está perdido, aquí les dejo, de Gloria Estefan y con cariño: Navidad. Si le pone atención a la letra, creo que es más actual que nunca, con todo y Trump, Daesh, refugiados que mueren en el mar y la xenofobia que campea por doquier.
2 comentarios:
Desde que quisieron presentarnos me dijeron que eras un apasionado en eso de comunicar. Y Eduardo tenía razón. Muy bien. Y esta Parroquia es tu casa, por eso no te costó sentirte bien con nosotros. Es tu casa y la de los miembros de esa deslumbrante comunidad Sígueme. Abrazo y bonne chance
¡Felicidades, Pablo! Tuviste un muy fructífero año si, como vos decís, a pesar de lo malo, decidiste tomar todo lo bueno que se ha ido sembrando desde hace unos años para acá y lo has hecho crecer en tu vida y en la de los demás. Seguro Dios te sigue forjando en el amor, de eso no te quepa duda. Y respecto a los sueños, contáselos a Él con lujo de detalle, ya que Él no escatima en bendiciones, incluso más allá de lo que podás esperar.
Abrazo desde Guate :)
Publicar un comentario