jueves, 1 de enero de 2009

Llegó el 2009

Y aquí estoy, otra vez, un 1 de enero en la madrugada, esta vez a las 3:50 a.m., haciendo mi ya tradicional reseña que con esta cumple su cuarta versión. Y nada más empezando, pese a que en la edición 2008 dije que no sabía dónde iba a estar escribiendo estas líneas que les comparto, les respondo como todos ustedes saben que me encuentro frente al mismo monitor y con los dedos puestos en el mismo teclado que hace 366 días.

Antes de entrarle al 2009, me gustaría hacer un resumen de este 2008, que no fue tan tan malo como el 2007, ¿o será que aprendí a agarrarle "el toque"? Primero que todo hubo sus altas y sus bajas, aunque debo decir que el año cerró hacia la alta (contrastando con la economía internacional y su ya famosa y globalizada crisis financiera). Y definitivamente, si alguna enseñanza le saqué a este año que culmina, esta viene directamente de Dios y Su gran providencia y misericordia.

Hubo dos momentos especialmente amargos: el despido de mi anterior trabajo de cuyo nombre me reservo y del otro me reservo no solo el nombre sino también el acontecimiento en general, aunque si me conocen al menos medianamente ya sabrán cuál es. Ambos me golpearon mucho, principalmente desde julio para acá y me dejaron malherido. Pero en el momento justo, Dios, que siempre tiene las cosas bajo control aunque a uno le parezca que están en el caos perfecto, intervino y me eseñó a confiar que es Él quien me sostiene y no mis propias fuerzas. Créanme que aprender eso fue todo un reto y una escuela, pero al final lo pude lograr y ahora confío más en Él y menos en mí.

Sobre las cosas "bonitas", ambas se presentaron al final del año: la prácticamente lista tesis y el virtual - real viaje a Francia han sido los dos factores que más incidieron en que este 2009, aunque para lograr su estado actual, el cual comentaré más adelante, fue necesario pasar por bastante sufrimiento, pleitos y luchas.

En cuanto a situación política, económica y social, yo diría que este fue un "año muerto". Si hace un año hubiese tenido una bola de cristal para adivinar lo que pasaría en el 2008, la verdad hubiera salido muy decepcionado. Díganme ustedes mismos ¿qué ha pasado en Tiquicia? Muy poco. De hecho me atrevería a decir que nada. Los mismos problemas, los mismos retos, y el mismo gobierno aunque con nuevos chorizos descubiertos, los mismos precandidatos que uno atinaba que estarían, y el mismo pueblo inerte y confiado esperando a que algo lo despierte. La cosa sigue igual y tampoco me pongo muy optimista para que las varas mejoren en este lapso de tiempo que hoy comenzamos: más María José u otros shows mediáticos sin sentido, más fútbol y fracasos, más políticos mentirosos haciéndole creer al pueblo que son su salvación, su "capitan" y más gente pobre y distancia entre los que tienen más y menos.

A escala internacional, creo que sin duda LA NOTICIA fue la elección de Barak Obama como el nuevo presidente de Estados Unidos (me comí semejante acontecimiento en este blog, algo iba a escribir pero por andar estresado en otras varas no lo hice). Creo que de una u otra forma, todos le tenemos fe al negrito para que traiga algo positivo a esta aldea mundial tan devastada por el neoliberalismo y por las empresas libertinas que indican a los estados qué hacer. A Obama le creemos porque el cambio que representa es muy radical, porque se acabó el mentiroso de Bush y sus secuaces republicanos, porque el hecho de que sea minoría debería motivarlo a proteger a los más débiles, y en fin, porque parece que inicia un período de cambio geopolítico en el mundo, y de conciencia en las sociedades de las naciones desarrolladas.

El resto igual. Más muertos en Irak, más muertos en Afghanistán, más muertos en Tierra Santa. Chávez igual de bocón (ahora que menciono esto, un poquito menos desde que bajó el precio del petróleo). El mundo sigue feliz su caminata a ojos cerrados rumbo al precipicio del calentamiento global y a mí la tal profecía maya de que esto se acaba en el 2012 ya no me suena tan despreciable jeje. La crisis se ha apoderado de las grandes corporaciones (nadie las tiene de corruptas) y el capitalismo recuerda, una vez más, que el liberalismo solo le va a dejar hoyos y problemas, que el Estado debe intervenir y en suma, que como buen sistema humano falla y fallará.

Sobre el 2009 es poco lo que se puede afirmar con certeza, aunque personalmente ya pinta bien. Espero que no pase Enero sin que yo haya ya defendido mi ya majadera tesis y sin que esté debidamente instalado en Francia. Esto último especialmente me tiene muy contento porque es un proyecto de al menos 10 años, el cual se fue cuajando hasta hace relativamente pocos meses. No voy a pasear, eso es algo que tengo claro. Voy a esforzarme al máximo para quedarme en Francia sacando una maestría, ya sea esta en periodismo o en ciencias políticas (esto todavía está por verse). Si la pego, serán dos años más y el próximo comentario de esta índole, el del 1° de enero del 2010 lo haré desde algún lugar de Francia. Si no, ya veremos, no voy a tirar la toalla tan fácilmente.

El 2009 pinta difícil para mis familias. La enfermedad tocó la puerta durante este año que pasó y ya tiene 5 enfermos de considerar, uno de ellos con un mal bastante serio. Otro reto que se presentó. Espero que Dios dé la sabiduría y paz para enfrentar lo que haya que enfrentar. Incluso me preocupa algo la propia salud de mi papá pero confío en que no será más que un susto. En fin, este año será tan duro como ilusorio. Espero que este año marque el fin de mi gran interrogante de vida y a la altura de julio o agosto yo pueda saber qué será de mi vida en los próximos años. Ya veremos.

Para el país, como ya dije, igual. No le veo por dónde esto vaya a mejorar y más bien, un amigo que estimo mucho me envió hoy un mensajito al celular diciéndome "bueno, a partir de hoy ya es una realidad". Ante mi obvio "¿qué cosa?" él responde "el TLC". Vaya forma cagona de iniciar el 2009, pero bueno, esperemos que el Negrito tenga compasión y cambie o se vuele por completo este engendro del mismo sistema económico que tiene al borde del colapso muchas empresas y compañías con la crisis financiera más brava desde la famosa de 1929.

Creo que es todo por ahora. Ya se que no fue un comentario tan apasionado como otros que he hecho, pero la verdad es que siento que no es momento de apasionarme mucho. Es momento de terminar lo que falta por terminar y de preparar lo que urge preparar. Enero inicia con dos retos claros: dejar lista la tesis y el viaje a Europa. A eso hay que hacerle frente. Y como propósito de año, esta vez el blog no va a quedar tan desatendido. El 2008 destacó por ser el año de menos posts porque fue un año que me tuvo al filo de la navaja en muchas cosas. Sospecho que Francia dará suficiente material para tenerlo más actualizado.

Bendiciones a todos y que nuestros proyectos se concreten de acuerdo con Sus designios.

Amén. Bienvenido el tan esperado 2009!