jueves, 21 de septiembre de 2006

¿VIVA? el TLC

¡¡¡¡¡Sepamos ser libres,

no siervos menguados!!!!!


Qué flaca nuestra memoria... la de los ticos, pues. ¿Hace cuánto nos dimos cuenta de que las encuestas son un fiasco y solo sirven para engañar tontos? El primer ensayo fue en las elecciones de 1998 en aquella memorable elección de Miguel Ángel y José Miguel Corrales: cuando todos pronosticaban una pich... por parte del primero, resultó que la diferencia final fue de menos del 2%. Y recientemente, en enero y febrero de este año, con las recientes elecciones nos dimos cuenta, de nuevo, de lo manipuladas que son las encuestas y lo manipuladores que son los Medios de Comunicación y las empresas encuestadoras para beneficio de sus intereses... y casi no les alcanzó ("acharita", como dirían mis abuelos!).
Resulta ahora que La Nación publica en el titular de ayer, con bombos y platillos, que el 51% de los ticos "apoyamos" (digo, por mayoría, no por pensamiento individual) el TLC. Y luego hacen énfasis en que la mayoría de familias creen que les beneficiará (46%) y hasta los que votamos por Ottón estamos más a favor que en contra... En fin.
Yo no se si a ud que lee le gustará que lo vacilen. Pero yo en lo particular ya me harté de que me vean la cara de baboso. A la mierda con las encuestas y las manipulaciones. Yo no me puedo referir al TLC porque la verdad, ni me lo he leido ni me lo voy a leer, pero sí puedo decir que me parece tremendamente sospechoso que haya gente tan interesada que se apruebe cuanto antes, amenazando incluso con el apocalipsis económico si esa vara no es ley este año... Pero me pudre, más que la manipulación de los medios y que las encuestadoras mientan, me "emputa" la excesiva mediocridad de la gente, que no es crítica y que no ve en estos repetidos intentos de mentira el descaro de un interés económico de por medio.
Yo realmente no se si el TLC irá a beneficiar el país. Creo que si me hubieran preguntado a mí me hubiera ubicado dentro del 2% del NS/NR. Pero si me consultaran sobre qué paso el lunes 6 de febrero, les diría que hubo un ataque por parte de los medios contra Unimer, Cid Gallup y Demoscopía por "no pegar" el resultado de las elecciones... ojalá se hiciera un referéndum, estoy seguro que nos llevaríamos una sorpresa similar.
Queda el debate "abrido" jeje

jueves, 14 de septiembre de 2006

Un “Calderón” en peligro de evaporación

Felipe Calderón, presidente electo de México, deberá tener cuidado con una trampa llamada “coalición”, la misma que minimizó a otros gobiernos en ese país.


El nuevo presidente mexicano, Felipe Calderón, deberá enfrentar su futuro gobierno con un problema que no es nuevo para los mandatarios mexicanos: su partido no será mayoría, ni en la Cámara de diputados ni en el Senado. Debido a esto, deberá forjar alianzas con la oposición, aunque en el pasado esta estrategia haya sido inestable y momentánea.

Años atrás, tanto Ernesto Zedillo como Vicente Fox fallaron en su intento de hacer coaliciones, por varias razones que Calderón deberá evitar. Uno, desechar consensos ni pactos nacionales con todas las fuerzas políticas pues “democracia” no es sinónimo de totalidad, sino de mayoría. Fox gastó dos años de su mandato tratando de ponerse de acuerdo con todos y... no lo logró. En México lo que urge es una coalición que tengan como una misma meta la modernización económica y social.

Dos. Calderón deberá conocer bien quiénes son sus aliados y quiénes sus archienemigos. Las posibilidades de buscar acuerdos con algunas fuerzas políticas dependerán de sus historial y sus perspectivas de país. Tal como lo hizo el ala reformadora del PRI junto con el Partido Acción Nacional, el oficialismo deberá buscar nuevas y fuertes alianzas con pocos amigos para poder tener estabilidad en su gobierno.

Tres. El nuevo presidente deberá ser consistente con lo que dice y lo que acuerda. Fox no lo fue debido a que incluyó en su gobierno a partidarios del PRI y del PRD. Hizo varias llamadas al diálogo con sus contendientes, a quienes luego condenaba (como pasó con el PRI). Su idea de gobierno de coalición no se tradujo en hechos dentro del Congreso, y los pocos acuerdos fueron más en la línea de la forma y no del fondo de los problemas de México.

De esta forma, Calderón tiene bien claros estos tres elementos. Y si desea ver su estrategia florecer deberá considerarlos lo suficiente como para evitar resbalarse una vez más en la historia política mexicana.
Resumen de un reportaje de la revista Newsweek en Español.