miércoles, 26 de octubre de 2005

Ideales vs Fanatismo...

Cuando se insulta a una persona en una discusión, probablemente es porque no tenga más argumentos para defender o atacar un punto.

El "espectáculo" que protagonizaron los "neosocialistas" en el foro de ayer sobre la influencia que tendría el TLC en las carreras de comunicación colectiva dista mucho de ser penoso... es sumamente lamentable.

De nuevo me lo perdí. Estaba editando un vídeo para periodismo televisivo, pero fui bien informado gracias a mis compañeros de periodismo.

Un grupo de "troskos" como les decimos quienes no pertenecemos a esa bancada de extremísima "izquierda" gritó improperios y le recordó la madre a uno de los panelistas - Eduardo Ulibarri, ex director de La Nación y ferviente defensor del TLC - así como amenazas que fueron más allá de la disputa ideológica.

La verdad, ¡qué pena!. Porque en momentos en los que el país está decidiendo algo tan importante como su futuro, quienes no estamos a favor del TLC quisiéramos que la gente se conciencie... pero con ideas, no con juetazos ni con ninguna otra falta de respeto.

"Por favor, que esto no se repita"

Gente, es que una cosa es la disputa en calor y otra muy diferente perder los estribos y recurrir a la violencia verbal. Esto último es una bajeza, una forma de mostrar lo poco éticos e inteligentes que son quienes lo practican.

Y así como en su tiempo reconocí aquí mismo el que los troskos tomaran el edificio para mejorar la calidad de nuestro tiempo universitario, también manifiesto mi repudio y mi disconformidad con el accionar de hoy en la noche, lo que demuestra que esta gente es más calentura que cerebro.

Hago constar, eso sí, que no fueron todos los estudiantes de Comunicación Colectiva. Por lo que me informaron se trató de un "pequeño grupo" de alboroteros quienes dieron pena con sus acciones.

Señores, hay que ser respetuosos de la libertad de expresión de los demás, por mucho que estemos en contra de sus opiniones. Por favor, que esto no se repita.

martes, 11 de octubre de 2005

La esperanza de Costa Rica

¡Porfa, déjenme celebrar!

Sí señor, estamos en un nuevo mundial de fútbol. Les ganamos a los gringos tres a cero y ahora sí tenemos un motivo para celebrar, aunque nos esté llevando puta.

Todo un país se tiró a las calles. Muchos se fueron de fiesta - birritas incluidas - y vieron el amanecer con la cara pintada de rojo, azul y blanco.

Eso está bien.

Ya era hora de que se viniera algo para celebrar. Digo... qué celebramos ahora los ticos, además de una clasificación al mundial? Podríamos hablar de las fiestas que se hacen cada vez que la Liga y Saprissa quedan campeones, pero el porcentaje de ticos que participa en cada una es menor al 50%.

La política tampoco juega. Los triunfos de los partidos han sido cada vez menos celebrados y ya a muchos nos parece la misma historia, sea quien sea el que gane... además, ya la política no es tan popular, la generación del 48 ha ido pasando lentamente con los años y ahora, más bien, los políticos son vistos como el blanco hacia el cual se dirigen todos los ataques por la mala situación del país.

Claudia Poll ya casi se retira... y no va a lograr otra medalla de oro. O sea, descartada.

Frankling Chang también se pensionó de la NASA y de seguro perderá su récord del astronauta con más horas de vuelo en el espacio.

No creo que haya otro premio nóbel en mucho tiempo... y más cuando el que tenemos ahora está buscando su beneficio personal más que el del país, con propaganda demagógica, poniendo cara de burro manso en sus anuncios políticos.

La beatificación de Sor María Romero tampoco juega por dos motivos: menos del 70% de los ticos no son católicos (y el porcentaje desciende cada vez más, tristemente desde mi punto de vista) y, para los xenófobos, - que son muchos - , no cuenta por ser nica.

Alejandro González, el chiquillo ajedrecista y primer GM de Centroamérica, dice que no tiene plata para seguir compitiendo y acabó con la ilusión de que alguna vez sea el N° 1 del mundo.

Lobito Fonseca resultó un fiasco... del noveno lugar del súpercross gringo no pasa.

Y otros ticos que han logrado cosas importantes en carajadas alternativas - como el mae que quedó campeón mundial en futbolín hace como 3 años y el taekondista que hizo lo propio en un torneo hace poco tiempo - absolutamente nadie les da pelota.

En resumen. Hay muchos que critican que los ticos estemos celebrando tanto una clasificación al mundial y nos estemos olvidando del resto de broncas (TLC, gasolina, río San Juan, los pobres inundados en Puntarenas, las salidas de don Abel y la campaña política menos apasionante de los últimos 60 años). Pero también, señores, tengan un poco de compasión. Necesitamos ALGO que celebrar como país, que levante un poco la imagen de nuestra inexistente identidad. Y si el fútbol consigue elevar un poco nuestra moral, al mejor estilo de chivo expiatorio, pues bienvenido sea.

La persona que no sueña, está muerta en vida. Siempre lo he dicho. Ojalá que este arranconazo nos sirva a los ticos para demostrarnos que podemos superarnos. Ya es hora de acabar con la ley del serrucho y darnos cuenta, de una vez por todas, que nos necesitamos para sacar esta patria adelante.

Que los huecos no son solo culpa del presidente, o del MOPT, sino de todos aquellos conductores que transitan con vehículos pesados por donde no deben. Que la bronca con el dengue no es culpa de la Muni o del Ministerio de Salud porque no fumigan, sino culpa nuestra, porque somos tan güevones de no quitar el agua estancada de las casas, con el cuento de "a mi no me va a pasar nada".

Gente, ya llegó la hora de abrir los ojos. De ser más críticos. Me enoja, sinceramente, cuando escucho que una persona está a favor o en contra de cosas tan importantes como el TLC pero no tiene la más mínima base para defender ese argumento. Me entristece cuando los chavalos de colegio dicen que no leen - ven - escuchan las noticias porque no les interesa. Me sonroja que algunos sigan pensando que lo único que importa es lo que sucede en el Valle Central y lo que pasa en la periferia VALE P...

No señores. Si el país no ha vuelto a tener nada qué festejar, tal vez debe ser por culpa nuestra. Porque no nos hemos dedicado a mejorar. Porque seguimos esperando que papi Estado nos dé todo, haciendo el mínimo esfuerzo.

Suena contradictorio, pero por todo eso, por favor, no nos critiquen.